Edwin Antonio Valero Vivas, mejor conocido como “El Inca” Valero, fue un púgil venezolano que en su carrera profesional ganó 27 peleas, todas por nocaut. 18 de esos combates fueron consecutivos y conquistados en el primer asalto durante el año 2006, estableciendo un récord mundial que sería superado años después por el estadounidense Tyrone Brunson.

Se alzó con los títulos mundiales de peso superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo y peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo. Era explosivo y dueño de una poderosa pegada con la zurda.
Fue muy criticado por su tatuaje en el pecho con la cara del presidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en 2012. En 2008, le negaron la visa estadounidense tras haber sufrido un accidente que le dejó lesiones en la cabeza, perdiendo la posibilidad de pelear en Texas. Subió por última vez al cuadrilátero en febrero de 2010, dos meses antes que ocurriera la peor tragedia de su vida.

Edwin se inició en el boxeo a los 12 años de edad y provenía de una familia venezolana de bajos recursos. Su padre abandonó el hogar cuando apenas “El Inca” era un niño.
Las carencias que padeció en su adolescencia lo llevaron por la senda de la violencia y los excesos. Las victorias en el boxeo no fueron suficientes para corregir su comportamiento errático. Trató de ser muy hermético con su vida personal pero los rumores de violencia doméstica salieron a la luz pública. Sus víctimas, su esposa y madre.

En 2010 fue arrestado por amedrentar al personal médico de un hospital, donde atendían a su esposa luego de ser ingresada con varios hematomas en el cuerpo y una perforación en el pulmón causada por una costilla rota.
Al parecer sus heridas fueron producto de una golpiza propinada por “El Inca”. Posteriormente, se reveló que su madre y esposa lo habían denunciado por maltrato doméstico pero luego por razones no esclarecidas decidieron quitar la denuncia.

Tras su arresto por el incidente en el hospital tuvo que presentarse a los pocos días ante los tribunales venezolanos donde se declaró alcohólico y sus exámenes de sangre revelaron restos de cocaína en su organismo.
Fue referido a una institución médica para comenzar su desintoxicación y rehabilitación durante cinco días. Cumplido el tiempo, se comprometió con su esposa a mejorar su relación y viajar a Cuba para una rehabilitación completa.
Sin embargo, ninguna de las dos cosas pudo cumplir porque en abril de 2010 bajo el efecto de estupefacientes mataría a su esposa en un hotel en la ciudad de Valencia, Venezuela, luego de atacarla con una arma blanca. “El Inca” confesó su crimen al bajar a la recepción del hotel donde se hospedaba, la polícia fue alertada y se llevó detenido al boxeador, quien se ahorcó en su celda, usando sus propios pantalones, después de dos días de estar preso. Tenía tan solo 28 años de edad.