La cantante cubana Camila Cabello tiene millones de fanáticos en sus redes sociales. En su cuenta de Instagram acumula hasta el momento más de 55 millones de seguidores y en TikTok más de 12 millones de personas disfrutan de sus ocurrentes videos. Si aún no formas parte de su legión, aquí te decimos seis razones que te animarán a seguirla.
Su gran sentido del humor

Camila siempre hace reír a sus fanáticos con los fitros que usa para crear videos que sube a su cuenta de Instagram, donde invita a sus seguidores a titularlos. ¿Cómo titularías este?
Su sinceridad

Cuando es el momento de compartir sus sentimientos más íntimos, Camila usa sus redes sociales para desahogarse mientras recibe el respaldo de sus seguidores, en especial, cuando la prensa la ataca por su forma física. Asimismo, ha usado su Instagram para hablar de la importancia de la salud mental y cómo la meditación la ha ayudado.
Su amor propio

La cubana está muy conforme con su anatomía y usualmente comparte videos donde asegura amar su cuerpo. El mes pasado subió a su cuenta de TikTok un audiovisual donde expresó: «Estoy agradecida por este cuerpo que me permite hacer lo que tengo que hacer (…) Somos mujeres de verdad con curvas, celulitis, estrías y grasa. Y tenemos que reconocerlo, cariño».
Sus bailes

Camila ama bailar y le gusta hacer videos caseros mostrando los pasos de baile de sus coreografías desde ¡su cocina! Sus fans aprecian su talento para el baile, en especial, los ritmos latinos porque los lleva en la sangre.
Su relación con sus fans

Camila tiene una relación muy cercana con sus fans y está dispuesta a responder sus preguntas como lo hizo a través de este simpático video de TikTok donde aclaró de dónde era y si escribía sus propias canciones.
Su romance

El corazoncito de Camila tiene dueño. El afortunado es el cantante canadiense Shawn Mendes, quien ha declarado que Camila transformó su percepción de la vida. «Ella es tan fuerte, tan clara y confiada con su cuerpo; tan articulada y empática con otras personas, realmente cambió mi forma de pensar». Pero ese no fue el único cambio que experimentó Shawn junto a la cubana, también aprendió a bailar. ¡Mira que ritmo! La profesora que se gasta…